Cada uno es juzgado según sus obras …. Comprended que por “juzgar” no se entiende como “condenar”, sino la clasificación en la esfera a la que pertenece por sus obras en la carne …. Mi justicia no puede mover a las almas inmaduras, que todavía tienen instintos satánicos en ellas, a una esfera donde haya luz y felicidad, pero debe dar luz y felicidad a aquellos que han vivido según Mi voluntad …. Mi justicia tiene que dar libertad a esos, pero también tiene que mantener a los primeros presos en una forma externa que corresponde a su estado espiritual o en esferas oscuras, donde no son libres porque carecen de fuerza y luz.

No Me debéis imaginar como un Dios castigando, sino solo como un Dios justo …. Pero un destino misericordioso nunca es un castigo de Mi parte, sino elegido y luchado por vosotros mismos …. Entonces os castigáis a vosotros mismos, pero nunca Él, Que os llamó a la vida para daros felicidad. No debéis temer Mi castigo, sino Mi justicia, que no puede consideraros de otra manera según el orden eterno.

Mientras os quedéis en la tierra estáis en medio del juicio …. porque todo lo que os rodea y también vosotros mismos sois “lo espiritual juzgado, (dirigido)” …. es decir, incorporado en la forma correcta que corresponde a la madurez espiritual …. Y cuando llegue el día del juicio …. el más joven …. porque es el último día en esta tierra …. el orden divino será restaurado de nuevo, porque realmente Yo sé a dónde pertenece lo espiritual para poder continuar el ascenso a las alturas, a la liberación final. Yo sé de la madurez de lo espiritual aún atado en las creaciones.

Pero también conozco el grado de madurez de cada hombre individual, conozco su culpa y mérito y, por tanto, puedo restaurar el orden eterno renovando la tierra y animando todas las creaciones con lo espiritual madurado para eso …. Si los hombres ahora se reforman a sí mismos nuevamente de alguna manera en el libre albedrio, es su propia culpa …. y la permanencia de las almas ahora también corresponde a esta culpa, porque este es un ordenamiento en Mi ley desde la eternidad.

Así que no temáis a un Dios castigador y vengador, pero recordad a un Dios justo, que no os condena, sino que quiere ayudaros a la felicidad en su amor, pero nunca puede prepararos esta felicidad mientras estéis deficientemente formados por vuestra propia voluntad, porque entonces morirías en una esfera que no podéis soportar en vuestro estado espiritual. Mi justicia no excluye Mi amor, pero como también al revés Mi amor no se puede pensar sin justicia …. Mi amor pertenece a todas Mis criaturas y no perecerá para siempre, pero Mi ley del orden también permanece en su lugar hasta la eternidad.

Amén